Lee fue un médico de Virginia, comisionado en 1777 para recabar apoyos extranjeros para la Revolución Norteamericana en Francia, España y Prusia.
El Congreso Continental creó, el 29 de noviembre de 1775, un grupo llamado Comité de Correspondencia Secreta. Sus miembros iniciales fueron John Dickinson, Benjamin Franklin, Benjamin Harrison, John Jay, Thomas Johnson y Robert Morris.
El objetivo del comité era gestionar la diplomacia internacional, incluida la negociación de envíos clandestinos de armas y otras actividades de inteligencia, a través de intermediarios y buques con bandera extranjera.
El Comité envió a Silas Deane y Benjamín Franklin en 1776 a Francia y a John Jay, a España en 1778, para conseguir la firma de alianzas con los Borbones y el suministro de armas, equipo y dinero para la guerra.
Lee había nacido en Stratford (Virginia), en 1740. En 1764, se trasladó a estudiar a Gran Bretaña, asistió a las universidades de Eton y Edimburgo y se graduó en medicina. En Londres, estudió leyes y ejerció como abogado entre 1770 y 1776. Al inicio de la revolución, se declaró partidario de la independencia. El Congreso le nombró comisionado ante el reino de Prusia, donde no consiguió ningún apoyo, y luego, ante el reino de España.
Al no haber declarado España la guerra a Inglaterra, Lee no fue autorizado a llegar a Madrid, para evitar problemas diplomáticos con los británicos, pero fue recibido por el ex primer ministro, el marqués de Grimaldi, y por Diego de Gardoqui en Vitoria. En las reuniones mantenidas en marzo de 1777, España aceptó enviar 24.000 mosquetes, 30.000 mantas y telas blancas y azules para uniformar a los rebeldes, utilizando navíos comerciales y de forma clandestina. Los envíos se repitieron, de nuevo, al año siguiente.
A su regreso a Francia, Lee fue uno de los negociadores del tratado de alianza en 1778, aunque sus relaciones con Franklin y Silas Deane, los otros dos representantes en París, nunca fueron buenas. También actuó como espía, recopilando informes en Inglaterra, Francia y España sobre los planes y movimientos de los tres países en guerra. En 1780, su representación ante España la asumió John Jay. El Congreso le ordenó regresar a casa en 1782. Desde entonces, actuó como delegado de Virginia. Murió soltero y sin hijos en Urbanna (Virginia) en 1792.